final feliz
Diana siente molestias en su cuello desde hace semanas, producto de la mala postura delante del ordenador. Eva, su compañera de trabajo, le recomienda a Katia, su masajista de confianza. A pesar de sus recelos, Diana se presenta en el centro de masajes para deshacerse de sus contracturas. Pero Katia no está. Es Álex, un fornido y sexy masajista, quien se ofrece a atenderla. Ese contacto no solo hace que su excitación suba como la espuma. Hay algo de ese chico que le resulta familiar. ¿Es la primera vez que se ven?