diseño peligroso
Para Gretchen Grant hacerse cargo del trabajo de decorar la nueva casa que Joseph Norton, un magnate de la industria automovilística, y su mujer habían comprado, tras el incendio de su casa anterior, suponía, como todo nuevo trabajo, una emoción, un desafío y una aventura. La acogida del matrimonio, invitándola a vivir con ellos mientras se realizaran las obras, y el interés mostrado hacia ella por Jack Owens, mano derecha de Norton, la impulsaban a aceptar el encargo, por lo que, cuando este último le aconsejó que no lo aceptara, su consejo fue recibido con asombro y perplejidad. Sin embargo la perspectiva de volver a ver a Jack Owens fue un aliciente de peso a la hora de tomar una decisión. Más adelante, cuando se encontró metida en un terrible callejón sin salida, demasiado cansada para resistir, para escuchar, aferrándose angustiosamente al pensamiento de que no había hecho nada malo, el consejo cobró pleno significado.