sangre en el danubio
El hombre de la barba gris que se cubría con una gorra de viaje, a cuadros, se revolvió inquieto en su asiento. En el exterior, la obscuridad era profunda y ello revelaba que el convoy estaba cruzando un paraje desierto. La viajera que ocupaba el asiento frontero continuaba abstraída en la lectura. Sin embargo, en varias ocasiones había sorprendido su mirada examinándolo con sospechosa curiosidad.