PAÍS LIBRO

Autores

kent davis

vengador sin clemencia

El grupo de jinetes se detuvo junto a la casa. La noche era oscura y desapacible. El viento soplaba con fuerza; los nubarrones eran densos en el cielo, y presagiaban una próxima y torrencial lluvia. Pero nada de eso parecía amedrantar realmente a los componentes del grupo. Todos ellos se protegían con amplios sombreros y largos guardapolvos hasta los pies.