PAÍS LIBRO

Autores

kent davis

a través del oeste

Era alto y lo bastante delgado para ser elegante, sin ser desgarbado. Sus ojos miraban a las chicas con galantería y malicia, y a los hombres con olímpico desprecio. Sus ropas resultaban refinadas y correctas. No era un hombre guapo, pero la viuda de Jeremías Wilson suspiró al ver que el atractivo caballero de la levita verde y el pantalón gris entraba en su tienda.