PAÍS LIBRO

Autores

keith luger

cómo matar sin fatigarse

Jane Calvet salió del cuarto de baño, y vio a su compañera de habitación, Wendy Kent, tendida en el lecho, ensimismada, los ojos fijos en el cielo raso. —¿Qué te pasa, Wendy…? ¿Por qué estás tan triste? —Me he enamorado. —¿Es cierto, Wendy? —preguntó Jane. —Sí, Jane. Me enamoré perdidamente.