las pelirrojas no se arrojan al vacío
Nuestro protagonista, Garrido, es un paparazzi. Durante un velatorio sorprende a la viuda del difunto, una pelirroja, dejándose querer por un desconocido. Garrido logra disparar la cámara un par de veces. Ya en su apartamento, comprueba que no tiene nada, que ha apretado el disparador demasiado tarde. Pero la pelirroja no lo sabe, cree que su desliz ha quedado impreso en un par de fotos. Nuestro protagonista se esforzará en identificar a la pareja de la pelirroja, un fulano que adivina muy poderoso. En paralelo, Garrido prepara un reportaje sobre personajes que pagan por la compañía de moritos adolescentes. Nuestro hombre se encontrará atrapado entre dos fuegos.