PAÍS LIBRO

Autores

joseph berna

laguna negra

Norman Roth detuvo su coche, un precioso Cadillac verde oliva, a un lado de la carretera. Era un modelo descapotable, y como hacia una tarde espléndida, soleada y con una temperatura que se aproximaba a los treinta grados, llevaba la capota replegada. —¿Por qué te paras? —preguntó Connie Dyson, la chica que le acompañaba. Norman la cogió por la cintura. —Me apetece darte un beso. —¿Y tiene que ser aquí, en plena carretera? —Sí. —Prefiero que me lo des cuando lleguemos.