el terror de los estadios
En el magnífico estadio de «Los Titanes», de San Francisco, uno de los mejores equipos profesionales de rugby de los Estados Unidos, estaba teniendo lugar la presentación de la plantilla que iba a afrontar el próximo campeonato. Al acto, que había empezado a las diez en punto de la mañana, habían asistido representantes de los distintos medios informativos, deseosos de conocer las novedades que presentaba el equipo de «Los Titanes» de cara a la próxima temporada, que se intuía aún más reñida y emocionante que la anterior. Los equipos más potentes, como «Los Búfalos», de Nueva York, «Los Tigres», de Chicago, y «Los Rinocerontes», de Miami, se habían reforzado, disputándose los fichajes de los jugadores que más habían destacado en el último campeonato. Alfred Fossey, presidente de «Los Titanes», no había querido ser menos, logrando hacerse con los servicios de dos grandes jugadores, dos ases del rugby, dos auténticas estrellas del balón ovalado. Se trataba de Rock Mannion y Jerry Holmes.