una traición castigada
Gran animación había en la ensenada de Cochamba, pocos días después de la entrada que los Titanes del mar habían hecho en Lima. La escuadra de éstos, se había aumentado con un barco más. El Argonanta, cogido a los españoles, era un hermoso navío que conducido a la ensenada, se procedió inmediatamente a reparar las averías sufridas en el combate, preparándole para cuando fueran necesarios sus servicios. Inmensos territorios se extendían hacia el interior, inhabitados en gran parte. Defendiendo la ensenada, había una extensa y bien combinada línea de fortificaciones, tras de las cuales y protegidas por ellas, se veían algunos edificios que servían de cuarteles, digámoslo así, para las tripulaciones de los barcos.