chakawana
KUNG-FU, EL JUSTICIERO Ye Ling, el hombre al parecer libre, el hombre poderoso, fuerte, sin preocupaciones pero que se ve impulsado siempre hacia adelante por un terrible juramento. Avido de justicia, de su propia justicia, justicia que a él jamás nadie le dio, sacerdote del templo de Shao Lin en la lejana China, va implantándola él haciendo gala de un extraño código del honor. Sin arma alguna, ni el más pequeño cuchillo, sólo con sus pies y sus manos. Atento y cariñoso con el débil, fuerte y justiciero con el poderoso, se convierte pronto en la estampa viva de la Ley, de una Ley que no existe en parte alguna, y bajo sus píes descalzos se van deslizando las millas y los pueblos que van quedando atrás, con sus muertos, sus robos y sus asesinatos... Delante la montaña, el llano, el arroyo, los desiertos, los forajidos a quienes continuar persiguiendo, y otros pueblos más a donde ir, mientras que a su alrededor danzan macabramente el espíritu de los suyos, brutalmente asesinados antaño. No deje pues de leer el próximo episodio de la serie; cada volumen, cada historia, una aventura más de este gigante de la Ley al que nada detiene, al que nadie asimismo doblega, con el que nadie puede.