PAÍS LIBRO

Autores

josé maría canellas casals

un crimen misterioso

La conminación era asaz, concreta. Míster Wilson no tenía muchos caminos a escoger. O daba la orden y se salvaba, o en el caso contrario iba a saber lo que es saltar de algunos pisos a la calle. Por otra parte, Mack-Wan no era de los que dejan para mañana lo que anuncian para hoy. —Bueno. Bájame ya; la orden será dada como dices —gruñó el policía. —¡Que suene! —¡Bájame, por favor!