el septimo round
Sin el afán de apostar por sus pupilos, John Duff, alias el «Zorro», hubiera sido el mejor y más rico entrenador de boxeadores. Pero tenía la mala suerte de que cuanto más confiaba en un boxeador y mayores eran sus apuestas, su pupilo, por un motivo u otro, perdía el combate y, con él, los dineros de su jefe. A causa de esto, Duff hallábase reducido a una dieta casi forzosa.