PAÍS LIBRO

Autores

john ruzakosta

napoleón

Cuando yo «me desterré» de mi patria, hallé cobijo en Francia. Si un destierro o un exilio es triste y amargo en cualquier parte del universo, en solo un sitio cabe la excepción; París; la Ciudad de la Luz, la de dos mil años sobre sus cimientos, la soñada... Mucho es lo que hay que contemplar y admirar en ambas márgenes del Sena. Gran cantidad de monumentos históricos: Louvre, Palais-Royal, Bolsa, Nôtre Dame, Madeleine, columna Vendôme, Arcos del Triunfo, del Carrusel y de la Estrella, puertas de Saint-Denis y Saint-Martin, el museo de figuras de cera, el del Hombre, del Ejército, Tullerías y un sin número de otros que no acuden ahora a mi memoria.