florilegio de cuentos eróticos
Una tarde, don Carlos, dueño de un edificio con varios departamentos, y que en uno de la planta baja vive con su familia, recibe la visita del diablo, quien le muestra los desenfrenos sexuales de sus inquilinos, quienes le rentan los otros departamentos de su edificio. Don Carlos es católico y ha seleccionado con detenimiento a sus inquilinos por el respeto que profesan a la religión. Acompañado del diablo se sorprende de lo que sucede dentro de cada nicho familiar. Ante tal confrontación, el diablo comienza a influir en el pensamiento de don Carlos.