cuentos de cama a quemarropa ii
Para Tomás, como muchos que emigraron, la vida en Reino Unido era más supervivencia que otra cosa. Dando tumbos de un trabajo de mierda a otro, por un miserable salario que apenas le alcanzaba para llegar a final de mes, su existencia transcurría triste y cansada. Si a eso le añadimos el clima predominante del país, todo se torna aún más gris si cabe.