PAÍS LIBRO

Autores

jess mccarr

hombre de pelea

LON Lanyard y sus muchachos desembarcaron el ganado que habían traído desde Kansas en la solitaria estación de Munro y lo reunieron en la verdeante explanada detrás de las edificaciones. Era una hermosa mañana de mayo y el sol brillaba limpio, calentando bastante para aquella tierra. Un hombre alto y delgado, con insignia de agente de la Ley, estuvo contemplando el trabajo de los vaqueros recién llegados con ojos de buen conocedor y finalmente se aproximó a Lon. —Ése es un buen ganado, vaquero. ¿Piensan establecerse aquí con él? Los ojos negros, con destellos azules, de Lon Lanyard, sostuvieron la mirada del sheriff. —Ciertamente que no —repuso, aceptando la bolsa de tabaco que se le tendía—. Nosotros sólo somos conductores. Nos hicimos cargo de este ganado en Abilene y hemos de entregarlo a un tal McGregor en su rancho a orillas del Bad River. Creo que eso está a algunas millas al noroeste de aquí.