la búsqueda
Esta obra es la segunda parte de la Tetralogía "Almas gemelas", cuya primera obra es «Faysal al-Akram, el Jeque». «Amina y Zahir, dos almas gemelas» trata de una búsqueda y la relación a que llevará entre dos jóvenes de diecinueve años: un cristiano y una musulmana, ambos con enormes capacidades místicas y paranormales en todos sus grados psicokinésicos. Transcurre a finales del siglo XI en el marco histórico de la Primera Cruzada, entre España, el río Éufrates en Siria y los territorios del Imperio Bizantino del sur del Mar Negro, en lo que fue la imponente Trebisonda (Trabzon, en Turquía), la ciudad de los palacios y los techos dorados. Tomo I, «La búsqueda». El joven español de nombre Elión reniega de sus grandes dones místicos, por causa de sus terribles y dolorosos resultados, e intenta deshacerse de ellos. No lográndolo, puesto que ni siquiera un ángel puede quitárselos, trata de llegar a comprenderlos y controlarlos. Así que, de manera un tanto ilusa, él intenta escapar de su destino y abandona su país. Es por eso que, siguiendo los mensajes de sus sueños y visiones, cumplidos los dieciocho años emprende una búsqueda para encontrar a la misteriosa «niña, mujer, virgen, sacerdotisa, mística, oráculo o lo que ella sea». Según las revelaciones que a él le hicieran, ella es la única que podrá dar respuesta a todas las inquietantes preguntas sobre quién es él, su propósito en la vida y mucho más. Para su viaje él se une a un grupo de caballeros y peregrinos, quienes van a formar filas en los ejércitos de la Primera Cruzada. En un periplo de unos nueve meses, atravesando toda Europa y la península de Anatolia, por entonces ocupada en su mayor parte por los turcos musulmanes, llegan hasta la ciudad fortificada de Antioquía. Allí Elión permanecerá un par de meses como observador, viéndose involucrado en algunas batallas, durante el asedio a que fue sometida la ciudad para intentar conquistarla. Finalmente, atendiendo al llamado que recibe por boca de un atormentado vidente, conocido personaje histórico, él se marcha en la prosecución de su búsqueda. Es así como abandona su pasado y todo lo que él fue, incluso hasta su nombre de Elión, porque él siente que tiene que encontrar la nueva vida y el nombre que en ella le corresponde. Se interna en el desierto sirio, en busca del río Éufrates y de aquella misteriosa mujer mística que, sin él saberlo, lo esperaba desde el momento mismo en que él nació. Tras su encuentro con ella, Elión recibirá el nombre de Zahir.