PAÍS LIBRO

Autores

indiana james

en busca de la prehistoria

No hay mucho que hacer en una isla desierta. Al principio, si has naufragado, la isla te parece una bendición del cielo: te dan ganas de besar la playa, de correr, de saltar y de cantar como un loco, agradeciendo al diablo la oportunidad de seguir viviendo. La brisa es una caricia perfumada; el sol, una mano cálida sobre tu piel; la arena, oro en polvo. En fin, una delicia.