el camino de la horca
CONDUCIAN la manada cinco hombres. Cinco rudos jinetes de la pradera, correosos y fuertes, como las cinchas de sus caballos. Rodearon el hato de ganado al avistar el poblado, un grupo de casas acostado sobre el ancho lomo de la reseca tierra. Luego se reunieron en un grupo. Red Strong, cuerpo achaparrado y piernas formando arco, clavó la mirada en Lim Claire.