PAÍS LIBRO

Autores

henry s. maxfield

investigador solitario

Para cualquier persona, la tarea del espionaje semeja un excitante desafío, algo así como un recio juego de capa y espada. Pero a los ojos de Slater, el experto espía, era sinónimo de miedo, un miedo al desnudo y sin restricción, cuya meta era la muerte o la ausencia de agradecimiento si, por milagro, salía airoso de su cometido. Lo malo es que tenían excesiva confianza en sus prodigiosas dotes, pero... sabía demasiado y cada misión le acercaba más y más a la muerte. Aquélla tenía que ser su última actuación, y por eso era preciso ganar, perder o desertar. Pero también era preciso conservar la vida para poder renunciar.