las de los sombreros verdes
Cuando en 1922 Germaine Acremant publicó la deliciosa novela “Las del sombrero verde”, probablemente estaba muy lejos de imaginar que se convertiría en un bestseller reeditado sin cesar, cuyas adaptaciones cinematográficas y teatrales movilizarían a multitudes a ambos lados del Atlántico. Y, sin embargo, ¿qué podría ser más simple en verdad que la historia de Arlette, una huérfana "sin dote", acogida por un cuarteto de viejas "confiadas en la devoción" en una pequeña ciudad de provincias y que con su voluntad consigue forzar a la felicidad. La magia surge de una escritura sencilla que analiza con precisión a los personajes y sorprende con su modernidad. La modernidad de una heroína también, respetuosa de la moral burguesa de la época, pero que, sin embargo, sacude las tradiciones y anuncia a la mujer moderna, libre y contenta consigo misma. Arlette fuma un poco, juega tenis, conduce un automóvil y provoca finales felices sin dejar de ser ejemplar en sabiduría. También actúa como indicador del drama discreto y doloroso de estas cohortes de mujeres a las que el desastre de la Gran Guerra -o más prosaicamente la falta de dote- condenó al celibato … El libro cuenta con mordaz humor las inesperadas aventuras sentimentales de la joven parisina enviada con sus cuatro primas, señoras que viven en "el barrio más antiguo de una de las ciudades más antiguas de Pas-de-Calais", de hecho el barrio de la catedral de Saint-Omer, lugar de nacimiento de la autora