se vale ser humano
En nuestro camino por tratar de ser demasiado buenos solemos olvidarnos de algo esencial: ser humanos. Nos convertimos en una especie de semidioses y no nos damos cuenta de que no podemos soportar, ni en nuestro cuerpo y ni en nuestra alma, el peso de la deidad o de las expectativas ajenas que, muchas veces, son similares.