PAÍS LIBRO

Autores

g. l. hipkiss

dos mil onzas de oro

Eran las diez de la noche. Los reclusos descansaban. Los celadores rondaban por los pasillos manteniendo su acostumbrada vigilancia. Reinaban la tranquilidad y el silencio. Nada hacĂ­a suponer que iba a figurar aquella noche como fecha memorable en los anales de la PenitenciarĂ­a del Estado de Arkansas.