PAÍS LIBRO

Autores

frank mcfair

tu venganza es mi venganza

¡Defiéndete, Petersen! El sol se desplomaba sobre los dos hombres. Ardía el día de julio y las piedras quemaban. Hasta los escorpiones se escondían en sus huecos, huyendo del calor. Petersen elevaba su alta estatura en medio de un espacio arenoso de terreno, circundado de rocas. No se movía. Las manos, caídas a lo largo del cuerpo, el rostro sombreado por el ala del sombrero.