PAÍS LIBRO

Autores

frank mcfair

el fbi venga a sus muertos

Buck Ronald conducía despreocupadamente, aunque la carretera no fuese precisamente una hermosa autopista. Se trataba, por el contrario, de una ruta de segunda categoría, pero el tráfico en ella era nulo, la noche hermosa, y no tenía prisa alguna. A su derecha, el terreno se elevaba paulatinamente, en un talud suave, cubierto de árboles. A su izquierda, descendía, también suavemente, e igualmente cubierto de árboles.