vestido de negro
La mujer que se encontraba tras uno de los mostradores del establecimiento, estuvo a punto de echarse a llorar. Desde luego, no había para menos. La puerta del General Store de Curtis Turner —uno de los comercios más importantes de Big Spring, Texas —acababa de abrirse, a hora muy temprana de la mañana, para dejar paso a tres individuos. A cuál más «bonito» y menos recomendable. Tres tipos muy capaces de resucitar a un muerto y de enviarlo a la tumba de nuevo, segundos después, en cuanto se hubiese percatado de las cataduras de aquellos elementos.