PAÍS LIBRO

Autores

francis rod

rondando al peligro

Temporalmente, la libertad terminó para Edgar Blakell al ingresar en la oscura celda de la penitenciaria de Prospect. De ahora en adelante solo sería un número: el 9.523. Paseó la mirada de sus ojos, negros y penetrantes, por las desnudas paredes de la celda, depositando su interés en el tipo que ocupaba el camastro inferior al que ocuparía él. El tumbado, grandote y con cara de mala persona, reparó en la presencia de Edgar, al parecer extrañado de su juventud y buena presencia, pues nuestro joven poseía cierto aire señorial a pesar de ser un condenado por la justicia.