PAÍS LIBRO

Autores

fidel prado

veneno en el corazón

EL herido respiraba con dificultad y se quejaba débilmente, tratando de arrancar de su pecho la venda que el médico le había colocado dos horas antes, después de una dolorosa labor para extraerle la bala que le había quedado clavada en el pecho. La angustia y el escozor que sentía en la herida le producían tal sensación de angustia que parecía que nadie podría contenerle. Se retorcía en el duro lecho, en tanto Martha, su madre, con paciencia infinita, apelando a sus fuerzas y sus recursos amorosos, trataba de hacerle comprender que si quería salvar su vida debía ser fuerte, aguantar el dolor y no realizar aquellos esfuerzos que volverían a abrir la herida trágicamente.