PAÍS LIBRO

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fidel prado

pastos comunales

El peón, más tranquilo, salió del despacho, y la joven, olvidándose de los papeles que estaba repasando, se sumió en hondas y no muy agradables reflexiones. La sospecha de su peón era una sospecha que ella abrigaba desde que murió su padre y de la que había hecho partícipe a Timmy Melville, su capataz. Desde años atrás existió una pugna muy dura entre su difunto padre y otro ganadero vecino llamado Theodore Baughey, a causa de unos terrenos comunales que su padre había convertido en pastos para su ganado.