PAÍS LIBRO

Autores

fidel prado

lo que puede hacer un hombre

SE detuvo la diligencia en uno de los lados de la plaza Arkansas en Higbee, no sin que el barbudo mayoral se viese obligado a emitir una bonita y pintoresca sarta de juramentos de lo más escogido del Oeste, para convencer a los cuatro poderosos caballos de que debían dejar quietas las moscas que picoteaban sus flancos, para que los viajeros pudiesen descender desde el pesado armatoste.