PAÍS LIBRO

Autores

fidel prado

la cordillera del diablo

El gran pecado que Ray Simmons había cometido en su vida para verse acosado brutalmente en su persona y sus intereses, era el de no ser mormón y haber pretendido afincar en la tierra de los mormones, donde los gentiles como él ni eran bien vistos ni se les daba facilidades para su vida. Ray, desdeñando cuanto había oído respecto a la hostilidad de aquellos sectarios y confiando en que, por estar situado casi en la raya de Arizona, allí apenas llegaría la influencia de los danitas adquirió un día por un precio muy razonable un rebaño de quinientas ovejas que le ofreció un californiano establecido en las faldas de la sierra de Beaver Dam, próxima al río Santa Clara y no lejos del poblado de este nombre.