la ciudad sangrienta
AQUELLA tarde del mes de octubre, Angelo Genna, uno de los seis hermanos miembros de la cuadrilla de Al Capone, «Caracortada», como le llamaban los policías por la rojiza señal que marcaba su ancho rostro, se despedía con un fuerte apretón de manos de Frank Río, «Kline», segundo a la sazón de la cuadrilla del célebre «gangster» y uno de los hombres más fríos, crueles y sanguinarios del Chicago maleante.