justicia en la sombra
CADY FRONCHLING habíase visto obligado a sacar aquella mañana su pequeño rebaño de ovejas de los rediles y llevárselas por sí mismo a las cortadas, para que los rumiantes pudiesen hocicar en las breñas y buscar el alimento cotidiano. Cuando, recién salido el sol, observó que su hermano Maxy no daba señales de vida en torno a los rediles y las ovejas ya balaban reclamando la libertad normal de todos los amaneceres, se encaminó de nuevo a la choza y penetró en el pequeño departamento donde su hermano tenía su petate. No le había sentido regresar del poblado a pesar de que tardó bastante en dormirse, pero otras veces había sucedido algo análogo. Maxy, aun retirándose tarde, solía poner cuidado en madrugar para cumplir su obligación de cuidar el rebaño y con pocas o muchas horas de sueño, sacaba las ovejas al iniciarse el día.