¡han matado a lincoln!
LA Gran Marcha”, como los nordistas calificaron aquel arrollador y espectacular avance del ejército del general Grant a través del territorio dominado por los sudistas, había terminado, virtualmente, con la brillante toma de Richmond. La capital de los esclavistas, vencidos y derrotados por el comodoro Foole, estaba en manos de las tropas de Grant, y el general Lee, que con tanto denuedo había luchado por la causa del Sur, se aprestaba a despedirse de sus hombres con el corazón lleno de congoja por la amargura de la derrota.