PAÍS LIBRO

Autores

fidel prado

el robo del tratado secreto

Sobre las diez de la mañana de un hermoso y esplendente día de fines de mayo y apoyado en la graciosa balaustrada del balcón de uno de los más lujosos departamentos del Hotel Ritz de Madrid, un tipo alto, musculoso, de rostro finamente rasurado, de brillante pelo castaño, nariz recta y aguileña y mentón recio y enérgico, paseaba su mirada escrutadora por el paisaje pleno de sol que se extendía ante él... Envuelto en un llamativo pijama de seda listado en blanco y verde y con la clásica y negra pipa recientemente atenazada entre sus dientes finos y brillantes, el viajero se recreaba bañado en la gloria del sol que entraba a raudales por el vano del balcón.