PAÍS LIBRO

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fidel prado

el destino marca una ruta

La noticia había sacudido como la potente explosión de una bomba, a todos los vecinos del pequeño poblado de Altus, en Oklahoma, muy próximo a la divisoria de Texas y a escasa distancia del Red River. Caryl Montaigne, preso en la cárcel de Elk City, acusado de asesinato en unión de otros dos sujetos, acababa de ser juzgado, y merced a la habilidad del abogado que le defendió y a que las pruebas que le acusaban habían resultado vagas e inconsistentes, el tribunal le había absuelto, cargando las culpas del asesinato a los otros dos encartados.