el astuto pecos brazos
Eran las once de la mañana de un espléndido día del mes de mayo cuando el director de la cárcel de Austin hizo llamar a su despacho a Gurd Lankaster, el cual llevaba tres años allí encerrado, sufriendo una condena de doce que le había sido impuesta por declarársele complicado en el asalto y robo al Banco de Crédito Ganadero de Mineral, un poblado sito al Norte de Texas y a no mucha distancia del Brazos River.