PAÍS LIBRO

Autores

fidel prado

bajo el sol del oeste

Cuando el “Santa Fe Limited» se detuvo en el apeadero de La Castañeda próximo a Las Vegas, resoplando como un enorme cetáceo al que una carrera loca y accidentada agotara sus enormes energías, Jake Sinclair que llevaba ya varias horas sin abandonar la ventanilla de su vagón deleitándose con la contemplación de lugares y paisajes casi borrados del diorama de sus recuerdos, en fuerza de una ausencia prolongada, lanzó un suspiro de honda satisfacción y se apeó diligentemente, ya que el pequeño hato de ropa que portaba no era obstáculo grande que le impidiese la libertad de sus movimientos. Después de estirar los brazos para desentumecer sus atrofiados músculos y hacer unas cuantas flexiones de piernas con el mismo objeto, se dirigió resueltamente al pequeño despacho donde el jefe del apeadero fumaba flemáticamente: —¿Me hace usted el favor de decirme cuándo llegará el tren ganadero A 2376, que salió de Chicago hace un montón de días?