a mano armada
El tremendo dolor que a Rudolph Davies acaba de causarle el inesperado y cobarde asesinato de su hijo Tom, apenas si se reflejó en su rostro de líneas duras y enérgicas. Rudolph era un hombre de granito para todas las emociones de la vida, que sabía guardarlas muy dentro de sí, sin que por eso se le pudiese acusar de indiferente, falto de sensibilidad.