el reyezuelo del noroeste
Veintiocho grados bajo cero! ¡Qué bien se está aquí! —pensaban seis hombres sentados alrededor de una estufa al rojo en medio del salón tienda hecho de gruesos maderos. Los seis hombres, envueltos en pieles, eran tramperos. Del techo pendía una lámpara de aceite que se balanceaba a impulsos del viento que se colaba por los mal unidos maderos del techo.