PAÍS LIBRO

Autores

f. garlag

singapur

Era el llamado Bob un muchacho simpático. De alta estatura, continente atlético y muy bronceado por el sol de todos los meridianos. Parecía un dios mitológico o una encarnación de Ícaro. Cuando llegó al despachito de su superior, este le recibió en la puerta haciéndole sentar inmediatamente. Acto seguido, alargó a Bob una fina caja, de madera labrada, repleta de aromáticos vegueros.