bragadicto
El aroma de las bragas es inigualable. No es el simple olor de la tela, detergente o suavizante. Es la combinación con el cuerpo que las usa. Sólo las prendas femeninas inferiores huelen a deseo. Los brasieres carecen de la misma magia provocadora, tal vez porque no tienen el mismo significado. Ellos caen sin remordimiento. Los senos se muestran hasta por festejos. En cambio, retirar una braga es una definición. Un triunfo de la sexualidad. Una invitación a la posesión. La verdadera libertad. La esperada totalidad. Única testigo de facilidad o resistencia. Prueba la rendición de los temores. Constata la emoción. Evidencia la vertiente del ardor carnal. Tesoro para un bragadicto: lo soy.