PAÍS LIBRO

Autores

clark carrados

teléfono para un asesino

La chica corría desesperadamente. Era de mediana estatura. Con tacones bajos, incluso parecía pequeña. De cuando en cuando, al pasar por una zona iluminada, su pelo rubio despedía un relámpago de luz dorada. Era la única nota de color en el conjunto de su figura.