PAÍS LIBRO

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clark carrados

mil pares de ojos

Estaba todavía semiinconsciente, ya que aún no se habían disipado los efectos de la droga que le habían propinado. Cleo de Winterhurst tardó un buen rato en darse cuenta de lo que sucedía. Entonces, se encontró en un cubículo de paredes de metal, el suelo de tierra y las ventanas completamente tapadas por planchas del mismo metal. No obstante, había luz y procedía de una lámpara eléctrica colgada del techo.