las armas totales
Año terrestre de 2992, mes 4.º, día 19.º Desde la cabina de mando de su astronave, Jaryl Hoff contempló el luciente mundo en que había nacido y que ahora, a la edad de diecisiete años mal cumplidos, se veía obligado a abandonar. El corazón del muchacho sangraba. Ya no vería más los lucientes amaneceres, el verdor de los árboles, el azul de los ríos y de los lagos, los pájaros de bellos colores... Ughron, su planeta natal, estaba condenado a desaparecer del espacio. Jaryl consultó uno de los relojes de la nave. El momento fatídico se acercaba.