PAÍS LIBRO

Autores

clark carrados

el crimen que no se cometió

De pronto, en el silencio de la noche, se oyeron unos gritos horrendos en el interior de la casa. Las luces, apagadas por la hora, se encendieron en la planta baja. Un par de cristales se rompieron estrepitosamente. Se oyó ruido de muebles que crujían y se rompían con enormes chasquidos de maderas rotas. Un par de lámparas se apagaron violentamente. Los gritos se mezclaban con las imprecaciones de furor. Saltaron más vidrios por los aires.