calor de verano
Lucía era una joven encantadora. Elegante, delgada, atractiva. Sonrisa luminosa, actitud modesta. Y con mucha pasión contenida… Acababa de cumplir 18 años. Su familia, conservadora… … la mantuvo algo reprimida… … y acababa de mudarse fuera. La universidad la alejó de sus padres. Y ahora era libre para experimentar. Su primera aventura, una playa nudista. Y atractiva como era, llamó la atención. Juan era el socorrista. El vigilante. Casi 30 años. Musculado. Atractivo. Bronceado. Sano. Sexy. Y con una moral muy estricta. Nada de ligar en la playa. Hasta que conoció a Lucía. Y entonces, el mundo de ambos explotó.