mi caprichosa favorita
Sabía que no habría una última misión, me conocía, y nunca había sido bueno para estar sentado en una oficina. Un último trabajo, es lo que le prometí a mi sobrina María, hasta que el jefe me metió de lleno infiltrándome en una nueva. Rutina, trabajo duro, seguimiento, lo de siempre, hasta que la vi, y todo cambió. La mujer del jefe, algo absolutamente prohibido, esa tentación que llamó a mi puerta y que nunca antes me había pasado. No solo la deseaba, sino que necesitaba protegerla. ¿Cómo de mala podría ser la idea siquiera de querer besarla? ¿De atreverme a mirarla más allá de por trabajo? Malísima, os lo aseguro. ¿Lo evité? Mucho. ¿Lo conseguí? A duras penas. Una misión como otra cualquiera, que acabó como menos lo esperaba, con sorpresa incluida, y más de un sobresalto. Y, en medio de todo, estaba ella, la mujer que se había convertido en mi caprichosa favorita.