bandoleros
Francisca es una joven de ilustre familia que fue secuestrada en su niñez y que no puede olvidar que ha crecido en las calles como una mendiga. Su visión del mundo choca con los valores de una sociedad llena de prejuicios que pretende convertirla en una señora de su casa, y ella no está por la labor. Pero a finales del siglo XVII una mujer sólo podía aspirar a ser una buena esposa, paciente y honrada, o a vestir santos en algún remoto convento. Sus únicas armas frente a la intolerancia social son su rebeldía juvenil y su empeño en aprenderlo todo sin claudicar ante el estrecho papel reservado a las mujeres, pero le espera un largo viaje hasta la casa de su padre, en Toledo, y son tiempos difíciles. El reino valenciano está infestado de bandoleros y Francisca ha oído hablar de ellos. Creía que se rebelaban contra la injusticia y el mal gobierno, pero pronto cambiará de opinión. Antes de alcanzar la seguridad de las tierras castellanas son asaltados por una cuadrilla de forajidos, y donde antes vio unos luchadores por la libertad ahora sólo verá unos vulgares malhechores que aprovechan el malestar social para vivir a costa de los demás.